lunes, 20 de octubre de 2008

El incendio en La Disco


Pues ya aquí de vuelta escribiendo otra historia para la colección.


El viernes pasado iríamos a la cena de despedida de Andre, una de las roomates que se regresa a Ecuador éste fin de semana.

Priscila y yo no alcanzamos a llegar a la cena, pero no importó mucho, porque la fiesta se trasladó a la cocina del departamento, mejor conocida como "La Discoteca".

Cuando la gente llegó a "La Disco", Priscila ya estaba en pijama y enmedio de las cobijas... yo no me salvé de la fiesta porque aún seguía vestida, así que Gabi entró por mi para presentarme a sus amigos.

Muy a gusto nos la pasamos vacilando a la Andre un buen rato, son bastante simpáticos y casi todos son latinos. Un rato después yo tenía mucha hambre e hicimos pizza en el horno. Gabi dejó la tabla de madera donde cortamos la pizza encima de la estufa.

A las 4.30am yo ya no podía ni con mi alma y me vine a dormir porque estaba agotada. Supe que los últimos se fueron a las 5.30am.

Un amigo de la Andre estaba tan ahogado, que mejor se quedó a dormir en su recámara (y la Andre se fue a dormir a la de Gabi, bola de malpensados, jajaja).

Les cuento todos estos antecedentes para que entiendan la crisis del día siguiente.

Sábado, 9.30am: Priscila viene a despertarme porque la estufa está haciendo cierto ruido extraño, que no tenemos idea de donde viene o cómo se apaga. Yo todavía dormida, me dirijo a la cocina, molesta por haber sido despertada después de la desvelada. Obviamente no supe como detener el ruido ese, y Priscila me veía con una mirada acusadora esperando que le diera una explicación. Como yo no le decía nada, me señala la orilla de la estufa, que al verla me despertó de inmediato. No saben la escena.

Me regreso un poco al momento en que Priscila se despertó:

8.30am. Un extraño (el amigo ahogado) entra gritando "Cómo salgo de aquí, cómo salgo de aquí! Cómo llego al Duomo???!!!!" Priscila le explica el camino, y el tipo sale corriendo del departamento sin siquiera cerrar la puerta.

Entonces Priscila entra a la cocina y encuentra trozos de carbón por todos lados, y se pregunta a qué grado habrá llegado la fiesta para que decidiéramos hacer "una fogata". Cuando Priscila me llevó a la cocina ella ya había limpiado casi todo, ya no me tocó el "shock del incendio" pero aún así me shockeó.

Total que dos de los 4 quemadores de la estufa están derretidos, la campana de la estufa también está quemada, una de las puertas de las alacenas, y había tizne por todos lados... todo estaba negro. Lo más extraño es que nadie olimos nada.

Yo trataba de hacer un repaso pensando cómo habría pasado todo eso, pero no encontraba una respuesta más lógica que alguien haya prendido un cigarro en la estufa y dejarla prendida. Era un desastre. Sentimos un gran desconsuelo, porque llevamos días tratando de dejar toda la casa bonita y de pronto pasa esto, y solo tratamos de consolarnos pensando que "de los males el menor." La verdad es que pudo ser mucho peor, porque había muchas botellas ahí, que afortunadamente movieron a la mesa para tomarle una foto a la Andre con todas... no me quiero imaginar lo que pudo haber pasado.

En fin, resultó que efectivamente la Andre, antes de dormirse, prendió un cigarro en la estufa y la dejó prendida. Afortunadamente lo ha reconocido y se está haciendo responsable de todo. Va a haber que cambiar varias partes de la cocina y probablemente eso y la instalación se lleven como un mes. En tanto, no podemos cocinar ni nada... porque tuvimos que apagar el switch de la estufa ya que si la prendemos se sigue quemando por dentro. Pero al apagar ese switch nos quedamos sin refri, lavadora, boiler, microondas.... tuvimos que desarrollar otro sistema para conectar todo eso y toda la casa está llena de extensiones por todos lados, sin mencionar todas las discusiones que han habido sobre si la comida está o no ya echada a perder por haber apagado el refri unas cuántas horas.

Fue un sábado de mucha tensión, haber cómo nos vamos arreglando. En tanto, se aceptan recetas que sean sencillas, económicas y no requieran estufa y/o horno.

Justo cuando habíamos aprendido a hacer espresso... les dejo fotos de unas horas antes de la desgracia.

martes, 14 de octubre de 2008

Ciao tutti!


Hoy les escribo desde el otro lado del mundo, estoy en mi pequeño escritorio que apenas ayer armé. No había tenido oportunidad de darme un tiempo para ésto, pero ya estoy por acá.


Pues como saben, el jueves pasado, antes de irme, ya me habían invadido los nervios y tal vez un poco de miedo.

Salí de mi casa a las 3.30am, me despedí ahí de mi mamá y mi hermano, mi papá me llevó al aeropuerto.

Llegamos y antes de documentar pesamos las maletas... una excedía el peso permitido, así que tuve que dejar algunas cosas. Después fui a desayunar un mocha blanco caliente con un almond biscotti y un brioche.

Llegó la hora de ir a la sala de abordar. La imágen de mi papá al despedirme nunca la podré olvidar. Como todos saben, y como me pasó con todos cuando me despedí de ustedes, me puse a llorar. Era una serie de sentimientos encontrados: por una parte la nostalgia, el agradecimiento, por otra, el hacerle saber que es el hombre de mi vida. No sé cuál es el sentimiento que le provoqué, porque cuando me vió así, tampoco se pudo contener.

Yo me impacté porque es la segunda vez en mi vida que lo veo llorar. La primera, en el brindis en la boda de la primera de mis hermanas. Y ahora también. Como si sintiera tristeza porque la más pequeña de sus "princesas" se aleja. Y por otra parte por la emoción de saber que se va a realizar un sueño de los dos.

A muchas personas todo esto les parece demasiado exagerado; "un año se pasa volando... pero porqué tantas despedidas? como si no fueras a ver a nadie nunca más!". En estos días escuché muchos comentarios como éstos, pero lo que muchas personas no entienden es que una experiencia me enseñó a nunca quedarme sin hacerle saber a la gente que quiero, que la quiero. Y como nunca se sabe lo que la vida nos tiene preparado, por eso lo hago.

Bueno, no me desvío más del tema y les sigo platicando. Primero volé a Atlanta y ahí tuve que esperar mi vuelo a Milán por 5 horas, así que en ese transcurso me conecté para platicar con algunos amigos y que no se me hiciera tan pesado todo ese tiempo.

En el vuelo Atlanta-Milán estaba desocupado el asiento junto al mío, lo cual me pareció excelente porque pude ir mucho más cómoda las 9 horas. Traté de dormirme, pero no tuve mucho éxito. Así que en ratos iba pendiente en la ventanilla. Es una lástima que no salieron esas fotos, porque de verdad parecía que Rothko había pintado el amanecer... una cosa bellísima.

Llegué a Milán a las 8.30 am. Y como bienvenida, no llegó una de mis maletas. Después de arreglar todo eso para que me la trajeran a la casa al día siguiente, tomé un bus que me llevara a Centrale, la estación donde había quedado de verme con Priscila y con Gabi... si le veía el lado bueno, al menos ya no iba a tener problemas en cargar las dos maletas, mi mochila y mi bolsa yo sola.

Cuando llegué a Centrale, Priscila llevaba ya buen rato ahí, nos fuimos al metro para llegar a la casa, donde Gabi ya nos esperaba.

Me sorprendí gratamente cuando vi el departamento, está padrísimo. Son tres recámaras, 1 baño y medio, la cocina y una pequeña terraza. Cuando ya tengamos la casa bien puesta les mando fotos, porque ahorita tenemos un relajo que no se imaginan.

Lo primero que hicimos fue ir de shopping a Corso Vittorio Emanuele, porque en la noche saldríamos a bailar, pero mi maleta extraviada traía todo lo que necesitaba. Además que tuve que dejar muchas cosas en México. Después regresamos a la casa y me quedé profundamente dormida como dos horas. Ya en la noche nos fuimos a bailar a un antro que se llama Le Banque, para festejar el cumpleaños de Gabi, jaja, que fue hace dos meses. Saliendo de ahí, un amigo de Gabi nos llevó a Priscila y a mi a comer un panini que parecía más bien una hamburguesa muy larga, jaja, con carne y verduras (no me pregunten cuáles).

Al día siguiente nos levantamos tardísimo y fuimos a un brunch buenísimo... que para conocer está bien, pero honestamente no vuelvo a pagar esa suma por un yogurt con granola. Después nos dividimos y Priscila se fue a "fare il volantinaggio" (osea, a repartir volantes de un videoclub, tipo blockbuster, jaja) y yo me vine a la casa a esperar mi maleta. Claro que me perdí horas, la verdad no supe ni cómo llegué. Y ya, estuve aquí esperando mi maleta y arreglando el clóset, que mientras me vende uno una de las roomates que se va, Pris me cedió la mitad del suyo porque me vió muy desesperada e incómoda por no poder terminar de instalarme bien.

El domingo en la mañana Priscila me despertó para irnos a misa. Fuimos al Duomo, la catedral y símbolo de Milán. No saben que cosa tan hermosa. Y lo disfrute más porque cuando vine hace cinco años toda la fachada estaba cubierta por labores de restauración.

Ese mismo día en la tarde nos fuimos a Ikea a terminar de comprar cosas que necesitábamos para la casa. Pero bueno, parece que ya lo tenemos todo. Aunque la casa seguirá siendo un desastre mientras se van las otras niñas y nosotras podemos sacar todo lo que compramos. Eso me tiene un poco mal porque todo el día procuro arreglar la recámara y limpiar todo lo que puedo (menos los trastes de la cocina porque lo odio y tengo un trato al respecto con Priscila... ella lava los trastes y yo mantengo el orden en nuestra recámara)... y dicen que ya soy una histérica obsesionada con el orden y la limpieza (y por lo tanto, un poco frustrada éstos días, jajaja). Pero bueno, no saben lo linda que va a quedar la casa, claro, en cuanto se vayan las desordenadas. Entonces ya le tomaré fotos y se las mando.


Ayer estuve buscando mi kit de documentos para sacar mi permesso di soggiorno, pero no lo logré. Por lo menos ya me ubico mejor en la calle, aunque todavía me pierdo.
Y en la tarde me estuve peleando con mi pequeño escritorio. Nuestra recámara ya va tomando más forma, ya casi me siento en casa.

Hoy intenté hacer de nuevo lo del soggiorno, tampoco se pudo, y seguimos buscando cosillas que nos hacen falta. Ahorita tengo que ir corriendo a sacar mi celular y venir a arreglarme porque hoy toca salir... again.

Entonces, ésto ha sido un breve resumen de lo que ha pasado estos días. Como verán, no ha habido mucho movimiento, pero los mantendré informados, jajaja.

Les mando un abrazo y un beso, y ya me voy a dormir, que mañana tengo que ir oootra vez a lo del soggiorno : )

P.S. No he podido ir por un gelato : (

miércoles, 8 de octubre de 2008

Vi lascio un pensiero


"Maria arrivò all'aeroporto, prese un altro caffè, aspettò per quattro ore il suo volo per Parigi, continuando a pensare che lui sarebbe presto giunto in quel salone, perché, qualche istante prima di addormentarsi, gli aveva detto l'orario della partenza. Nei film accadeva proprio così: all'ultimo momento, quando la donna sta per salire sull'aereo, compare lui, disperato, la stringe a sé, le dà un bacio e la riporta nel suo mondo, sotto lo sguardo sorridente e compiaciuto degli impiegati della compagnia aerea. Appare la scritta "Fine", e tutti gli spettatori sanno che, da quell'istante, gli innamorati vivranno felici."

viernes, 3 de octubre de 2008

Una Dspedida muy Dmente



Para cerrar con broche de oro el mes de septiembre, mis compañeros, o mejor dicho, mis queridísimos amigos de la oficina, me organizaron una despedida sorpresa para "celebrar" mi partida.

No podía dejar de ser en el tradicional lugar donde celebramos casi siempre todas las cosas importantes y aunque hubieran querido despistarme, son muy malos actores!!! Los voy a extrañar tanto, y como no hacerlo, si han sido el pan mío de cada día, por más de tres años...

Gracias por todo lo que compartimos en este tiempo... me hicieron reír, me hicieron llorar, me hicieron desesperar, me hicieron crecer... y lo más importante, me hicieron quererlos así.

Dmentes, los amo!