Esta entrada es para ti.
Hace 6 años ya desde que llegaste. Hoy te miro y no puedo creer lo grande que estás, ya no eres más el bebé y aún no puedo dejar de llamarte así. Será porque quisiera que siempre estés pequeño, que no dejes de ser cariñoso y alegrarte cuando me ves, que te guste que te cuide y que juegue por horas contigo...
Mundial Francia 2006. Francia eliminaba a Portugal en semifinales. Era el último partido de Figo y el mundial en que Zidane se retiraría. Y en esos momentos llegabas al mundo. No lo sabes y no te lo imaginas, pero nos cambiaste la vida. Desde entonces todo giraba en torno a ti, atención, cuidados y amor.
También recuerdo el día que me enteré que venías en camino. Ese día acababa de ir a comprarme una cajita feliz antes de ir a casa, y conservo el juguete como recuerdo de ese día tan especial, símbolo de que el primer hijo, el primer nieto, el primer sobrino estaría por llegar.
Y hasta que te tuve en brazos, con esas inmensas ganas de llorar, supe lo maravilloso e increíble del milagro de la vida, y le dí gracias a Dios por bendecirme siendo tu tía.
Te amo mi niño, gracias por existir.
jueves, 5 de julio de 2012
miércoles, 6 de junio de 2012
Mi niña
Tres años ya... estar lejos de ti ese día y perderme tus primeros meses ha sido una de las pruebas más difíciles de mi vida hasta ahora. Todavía lo recuerdo con claridad: estaba sentada esperando noticias en el comedor del departamento de Cristina, mientras escribía tu primera carta. Quería tanto estar junto a ti.
Te amé desde el momento en que tu mami me envió ese correo: "Bebé en camino!"... aunque no pude estar junto a ella para ver su pancita crecer, para hablarte, para sentir como pateabas mientras te ponía a Topo Gigio para que lo escucharas desde ahí como lo hacía con tu hermanito...
Conocerte y ver mi reflejo en ti fue la mejor recompensa al tiempo que perdí.
Y ahora, que estás en esta etapa tan tierna y graciosa, cuando aprendiste a decir mi nombre, cuando me ves llegar por la ventana y bajas corriendo las escaleras para abrazarme y besarme, te puedo decir que el mundo se me podrá estar viniendo encima, pero tu sonrisa siempre es mi mejor medicina.
Te adoro mi muñequita, gracias por existir. Feliz cumpleaños.
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